domingo, 26 de mayo de 2013

Modern Family, un gusto adquirido


Creo que nunca he hablado de Modern Family en el blog, puede que alguna  pequeña mención pero nunca le he dedicado un post, así que ha llegado el momento de subsanar ese error.  La serie cerró su cuarta temporada el pasado 22 de mayo, y tras cuatro años, 96 capítulos, varios Emmy, un Globo de Oro y una larga lista de premios y nominaciones ha logrado conquistarme.

Mi relación con Modern Family no fue fácil. Empecé a verla cuando ya estaba finalizando su segunda temporada y no estaba en mi lista de comedias favoritas. La tenía en el disco duro porque no molestaba, porque era ligera y medianamente entretenida, porque tenía algún punto divertido y porque había un par de personajes que me resultaban simpáticos (Phil y Claire); sin embargo no acababa de cogerle el punto a esta comedia coral filmada con estilo mockumentary. "El roce hace el cariño" que dice el dicho, y la serie se fue quedando conmigo hasta que, no se cuando no se como, empecé a seguirla semanalmente, a esperar que saliese un nuevo episodio, a preocuparme por las andanzas de los Dunphy y los Pritchett. Las tres familias me conquistaron. Fue un proceso lento que se llenó con sonrisas, carcajadas y lágrimas porque lo que logró convencer definitivamente fue el dulce equilibrio entre los momentos cómicos y los duros reveses que la vida puede infligir a una familia. 

La tercera temporada se despidió con el capítulo Baby on Board, en el que Cameron y Mitchell decidían, tras una serie de catastróficas desdichas, renunciar a la idea de adoptar otro niño mientras que Gloria descubría que estaba embarazada. El nuevo miembro de la familia Pritchett, Fulgencio, no llegaría hasta el capítulo 12 de la cuarta temporada, así que pudimos ver cómo el embarazo afectaba a Gloria y a todos los que la rodeaban - aunque Claire solo se preguntaba cuan gorda se pondría la colombiana-. 

De esta temporada destaco los capítulos Schooled cuando Claire y Phil llevan a Haley a la facultad. Siempre admiraré la capacidad de los guionistas para convertir a estos dos, con sus defectos por separado, en la pareja ideal, en unos buenos padres y en una fuente constante de humor y ternura. En Mistery Date tuvieron como estrella invitada a Matthew Broderick, el famoso Ferris Buller formaba parte de la trama de Phil sobre equívocos sexuales, no tenía desperdicio. Cameron subido a un árbol y disfrazado para el musical Cats en When a Tree Falls o la apocalíptica visión del futuro de Haley, Alex y Luke en The Future Dunphys, fueron algunos de los mejores momentos de la temporada. El broche lo pusieron los dos capítulos finales Games People Play con las tres familias atravesando sus pequeñas crisis, mención especial para la competitividad de Mitchell en las pruebas gimnásticas de la pequeña Lily (que gran acierto de casting); y el emotivo y lacrimógeno Goodnight Gracie que nos lleva hasta Florida para asistir al entierro de la madre de Phil. 

Sin ser perfecta la temporada si me ha parecido muy acertada, muy lograda; con algunos capítulos memorables y muchos gags para el recuerdo. Un humor entre lo entrañable y lo sibarita, mezclando diálogos francamente divertidos con la comicidad física de algunos de los protagonistas como Ty Burrel o Jesse Tyler Ferguson.

Lo único que me chirría en el conjunto es Manny (Rico Rodriguez), un personaje que hace tiempo que se ha desgastado y con el que no saben muy bien que hacer. Sin embargo es evidente que los guionistas saben buscar salidas y tramas para el resto del reparto; de ahí la relevancia que ha adquirido esa pequeña Lily que tiene momentos muy grandes y el cambio que ha sufrido Haley tras ser expulsada de la universidad. Un cambio que se evidencia en pequeños detalles pero que está ahí y que hace que el personaje sea mucho más rico e interesante. ¿El resto? Impecables, pero es que el timing cómico funciona con precisión y las solidez de los guiones remata los chistes a un alto nivel. 

La serie contará con una quinta temporada, sus audiencias siguen siendo positivas, superando los diez millones y la ABC seguirá apostando por Modern Family mientas mantenga estas cifras y los premios se sigan acordando de ella. En la quinta temporada celebrarán los cien episodios, me pregunto qué estarán tramando para tan señalada fecha. 

miércoles, 22 de mayo de 2013

Diez años sin Buffy, diez capítulos para el recuerdo

El 20 de mayo de 2003 se emitió en la ya desaparecida UPN Chosen, el último capítulo de Buffy, The Vampire Slayer. Una serie que se ama o se odia, no hay término medio.Para conmemorar el décimo aniversario de tan señalada fecha, aunque con un par de días de retraso, dejo una selección de los que son, para mí, los mejores capítulos de la serie que catapultó a Whedon a mi Olimpo particular. 



Hay tantos detalles magníficos en este capítulo, tanta emoción, tanto dolor. La pérdida de un ser querido es un golpe terrible. Buffy acostumbrada a la lucha, a la acción y a ver la muerte de cerca es incapaz de reaccionar ante la pérdida de su madre. Joyce muere en casa, sola, a causa de un aneurisma cerebral. Muerte natural. Ninguno de ellos está preparado para sobrellevar la pérdida de la única madre que vemos a lo largo de toda la serie. Anya no entiende lo que sucede y es la única, que desde su incomprensión, es capaz de ponerle palabras al dolor: 

"I don't understand how this all happens. How we go through this. I mean, I knew her, and then she's, there's just a body, and I don't understand why she just can't get back in it and not be dead anymore. It's stupid. It's mortal and stupid. And, and Xander's crying and not talking, and, and I was having fruit punch, and I thought, well, Joyce will never have any more fruit punch ever, and she'll never have eggs, or yawn or brush her hair, not ever, and no one will explain to me why."

Un capítulo delicado que habla sobre la pérdida y el dolor; y que sirve para hacer evolucionar a los personajes, en especial a Buffy, la más afectada por la pérdida de Joyce. No siempre las muertes sobrevienen a manos de villanos, o realizando grandes actos para salvar al mundo. El final acecha en cada esquina, en cada latido, en cada respiración; nunca sabes ni cómo ni cuando.



La cuarta temporada de la serie es una de las más criticadas por los fans. El paso del instituto a la universidad, la aparición de nuevos personajes (nadie quiere a Riley), el "año sabático" de Giles ... no convencieron a los seguidores. A pesar de las críticas que se le puedan hacer a la temporada siempre he creído que tiene grandes capítulos, Hush es el ejemplo más claro, pero no el único. Además de momentazos divertidos como el de la estaca tiene  una historia macabra de cuento de hadas, con unos malos que dan grimilla y hace un soberbio uso del silencio, ya que solo 17 de los 44 minutos del capítulo contienen diálogo. 

El capítulo sirve para que por fin Riley y Buffy descubran sus secretos, para que Tara y Willow se acerquen y para que Anya compruebe que Xander realmente la quiere. Los caballeros, los horripilantes seres que roban las voces de Sunnydale y los corazones de sus habitantes, son unos malos difíciles de olvidar ¿será su expresión, su silencio, sus exquisitos modales?. Imprescindible episodio, para fan y no tan fans de la Cazadora. 



Este es EL CAPITULO MUSICAL, el mejor que se ha hecho hasta la fecha. Hay que verlo sí o sí. Otro imprescindible de la serie que nadie se puede perder. 



Un capítulo ¿Y si...? Cordelia Chase pide un deseo a Anyanka sin saberlo y la demonio se lo concede. Imaginad Sunnydale si Buffy nunca se hubiese mudado allí. Ese es el mundo al que se ve trasladada Cordelia, un lugar donde Xander y Willow son los lugartenientes vampíricos de El Maestro; una ciudad que ha visto reducida su población a menos de la mitad; donde Angel está prisionero y Giles hace lo que puede por ayudar a los que sobreviven. Un capítulo muy oscuro que muestra cómo podría ser todo sin la ayuda de Buffy, Cordelia tarda en darse cuenta de su error pero intentará con todas sus fuerzas regresar a su propio mundo.

Este capítulo sirve para introducir a los malvados Willow y Xander, unos personajes que calaron muy hondo entre los fans; y que provoca que Anyanka acabe transformada en Anya, un secundario que con el tiempo se ganará su lugar en la scooby-gang. 



Varios frentes abiertos: Buffy peleando conversando con un vampiro sobre su vida; Willow siendo tentada por un fantasma para que acabe con su sufrimiento; Dawn enfrentándose al terror de ver a su madre morir a manos de un demonio; Spike -todo loco- matando a una mujer; y Jonathan y Andrew regresando de México para acabar mal en los sótanos del instituto de Sunnydale. Un episodio que muestra a una Buffy dubitativa pero dispuesta a combatir; y que enfrenta a varios personajes al Primero, el mal original.

Me gusta por la mezcla que se hace de las diferentes tramas y por cómo abordan los estados emocionales de Buffy, Willow y Dawn. Tres personajes femeninos muy diferentes que han sufrido lo suyo para llegar a donde están y que, por desgracia, deben enfrentarse a un nuevo enemigo. 



El temible Angelus campa a sus anchas por Sunnydale, Buffy no es capaz de ponerle freno porque aún ama a Angel y la señorita Calendar busca una forma de romper el hechizo y restaurar el alma del vampiro. Sin embargo todo termina mal para la profesora cuando Angelus descubre su plan. Jenny muere a manos del vampiro en el instituto y Giles descubre su cadáver en su casa en un lecho de rosas rojas. Angelus no solo disfruta matando, le gusta recrearse, hacer sufrir a los humanos, ese es su mayor placer. Un capítulo que nos muestra el peligro y la cercanía de la muerte, no siempre se vence a los villanos, y es posible perder a seres queridos durante la batalla. Este episodio me hizo darme cuenta de que Buffy, The Vampire Slayer no era una serie del montón, había algo que iba más allá de lo evidente. 



Capítulo de Halloween con casa del terror incluida. La Scooby Gang acaba atrapada en una maléfica fiesta de fraternidad, la casa donde se realiza hace realidad tus peores miedos. Mientras Xander, Buffy, Oz y Willow se enfrentan a sus temores; Anya -disfrazada de conejo- y Giles intentan ayudarles desde el exterior. La serie tuvo varios capítulos de Halloween a lo largo de sus siete temporadas pero este es mi favorito porque vemos como los cambios y la madurez hacen mella en nuestros héroes, y cómo todo lo vivido hasta el momento les ha convertido en personas que no se parecen mucho a aquellos jóvenes inocentes de la primera temporada. Lo mejor: el final. 



Llevaba mucho tiempo esperando un capítulo que ahondase en el pasado de Spike y por fin conocemos la historia de William El Sangriento, de cómo se convirtió en vampiro, de sus juergas con Darla, Angelus y Drusilla y de cómo venció a dos Cazadoras. Buffy necesita saber  cosas sobre la muerte de sus predecesoras y Spike accede a contarle lo que sabe siempre y cuando ella pague las cervezas. Un toma y daca entre dos enemigos naturales que muestra el lado más romántico de Spike. El vampiro está enamorado de la Cazadora y ante el rechazo y desprecio de Buffy decide matarla, sin embargo, cuando llega a su casa y la encuentra sola, vulnerable y llorosa se queda junto a ella, en silencio, como apoyo. 


El capítulo nos permite conocer más sobre Spike, uno de los grandes personajes de la serie, y nos adentra en la mitología de la serie y de las Cazadoras. Mientras que lidia con la verdad sobre la muerte de sus antecesoras, Buffy debe asumir la enfermedad de Joyce, algo que la aterra y la supera. Por su parte Spike debe hacer frente a los sentimientos que Buffy despierta en él pero también a los desaires y humillaciones que recibe de la rubia. El cambio experimentado por Spike durante la serie, de enemigo a aliado, de aliado a amante, de amante a enloquecido, es uno de los arcos evolutivos -junto con el de Willow - más interesantes y logrados de Buffy, The Vampire Slayer. 



A Willow se la va la mano con la magia y el grupo termina atrapado en la tienda de magia sin saber quienes son. Esta amnesia colectiva da lugar a una serie de malentendidos muy divertidos pero que ponen en serio peligro a Buffy y sus amigos. Tanto desmadre y diversión sirven para ocultar realidades más tristes: Giles quiere irse de Sunnydale, Tara ha descubierto los embustes de Willow y Buffy no es capaz de hacer frente a lo que siente por Spike, El final pone sobre el tapete estas cuestiones y deja a los personajes a solas con sus pensamientos y su tristeza. Willow ve como Tara la deja sin poder hacer nada, Dawn se siente abandonada de nuevo, Giles espera estar haciendo lo mejor para su protegida y para él mismo, y Buffy ahoga el dolor besando a Spike en el Bronze. 

Tabula Rasa marca el punto de inflexión de la caída de Willow, quien acabará convirtiéndose en la mala malísima de la sexta temporada; refleja uno de los mayores miedos del Dawn, el miedo al abandono, a la soledad y pone de manifiesto que la Cazadora no es capaz de manejar sus emociones de manera adulta y busca en el sexo con Spike gratificación y olvido momentáneos. 



Un capítulo que plantea la pregunta de si el mundo de Buffy es real. Por un lado vemos a nuestra heroína junto a la Scooby Gang haciendo lo habitual pero por otro lado nos encontramos con Buffy internada en un psiquiátrico y sus padres - casados - ocupándose de su única hija - Dawn no existe-. ¿Está Buffy loca? ¿Estamos nosotros locos por creer en la serie?  El episodio nos invita a reflexionar sobre lo plausible del argumento de la serie, nos enfrenta a la suspensión de la incredulidad y nos invita a explorar la oscura alternativa, la más realista: Buffy lleva seis años en un psiquiátrico, todo lo vivido está en su mente, no existe la Scooby Gang, no existen los vampiros y si quiere curarse debe renunciar a esa fantasía. 

PD: Hay muchos más capítulos que me gustaría cometar y que adoro como Band Candy, Innocence, Buffy VS Dracula, Graduation Day, The Gift o Becoming... pero quiero añadir a los diez un pequeño plus: Superstar (4x17). ¿Y por qué? Porque Jonathan Levinson (Danny Strong) es uno de mis personajes favoritos de la serie y lloré su muerte a manos de Andrew en la séptima temporada. Jonathan lo pasó mal en el instituto, le intimidaban, le ignoraban, le maltrataban por eso durante la tercera temporada vimos como planeaba suicidarse en la torre del instituto de Sunnydale. 

En la cuarta temporada vuelve a aparecer en Superstar, un capítulo en el que le vemos como un triunfador, un joven famoso y popular. Todo se debe a un hechizo que Buffy se encarga de eliminar. Un capítulo muy divertido y cachondo que siempre me arranca una sonrisa. Jonathan volvería a aparecer y en la sexta temporada formaría parte integrante de El Trío junto a Warren y Andrew. 

A Danny le he seguido los pasos tras abandonar la serie y lo he visto en capítulos de Gilmore Girls, Grey's Anatomy y Mad Men. También se ha dedicado a escribir guiones y suyos son los libretos de Recount y Game Change. Además se le han encargado los libretos de la segunda parte de The Hunger Games;de The Lost Symbol adaptación de la obra homónima de Dan Brown con Robert Langdon de nuevo haciendo de las suyas; y de The Butler la historia de Eugene Allen, mayordomo de la Casa Blanca durante más de treinta años. 

jueves, 9 de mayo de 2013

Alicia in red

Me gusta Alicia cuando viste de rojo. Me gusta cuando te mira serena alzando una ceja. Me gusta cuando junta las manos mientras hace un alegato ante un juez, cualquier juez pues en The Good Wife cada un es un universo en continuo desarrollo. Me gusta la señora Florrick cuando sujeta su carpeta contra el pecho a modo de armadura; una armadura a  medida con la que pasea por los pasillos y salas de juntas del bufete Lockhart&Gardner.

Me gusta Alicia cuando viste de rojo. Me gusta cuando sonríe, esa sonrisa que deja ver pocas veces pero que ilumina la pantalla cuando aparece. Me gusta Alicia cuando se sirve una copa de vino en la cocina de su apartamento, una copa que es a la vez bálsamo y recompensa, una copa que le permite disfrutar de unos escasos minutos para si misma. Me gusta Alicia cuando, desde su despacho, recorre con la mirada el bufete como una leona defendiendo su territorio. 

Me gusta la Alicia que viste de rojo y defiende a sus hijos, Zack y Grace, con uñas y dientes y palabras. Me gusta Alicia cuando llora y se derrumba porque sé que necesita esos momentos de tregua, de debilidad para volver a alzarse silenciosa y confiada dispuesta a aplastar con su tacón de aguja a cualquiera que se cruce en su camino.

Me gusta Santa Alicia, y la Alicia que conspira con Cary para presionar al bufete, y la Alicia que asciende a socia de Lockhart&Gardner, y la que duda sobre la moralidad de los tejemanejes que su bufete se trae entre manos. La Alicia de rojo juega con lo legal y lo político. Se mueve con soltura en la corte y en la campaña de Peter, su marido; ese hombre poderoso (gobernador de Illinois), adúltero y atractivo al que ama. 

No obstante la Alicia de rojo duda, el amor no es algo sencillo pues carece de reglas y no se rige por precedentes, no hay lógica en asuntos del corazón y Alicia no es capaz de manejar sus emociones vista, o no, de rojo. Will, su compañero de universidad, su jefe, su amigo, su amante; es la tentación personificada y la pasión estalla en el interior de un ascensor. 

Me gusta la Alicia de rojo porque es capaz de someter a Louis Canning (Michael J. Fox), porque hace sudar a Mike Kresteva (Matthew Perry), porque se mide de igual a igual con Elsbeth Tascioni (Carry Preston) y porque logró conquistar el respeto de Eli Gold. 

Me gusta Alicia de rojo, sin embargo me he rendido a sus pies vistiendo de azul. Al final del capítulo What's in the box?, cierre de la trepidante y magnífica cuarta temporada de la serie, la señora Florrick, con un impecable traje azul espera nerviosa a alguien en su casa. Mientras espera se sirve una copa de vine, hace la colada, se mira en el espejo y cuando suena el timbre abre la puerta. "I'm in" dice la Alicia de azul. Salto al vacío. 

Cary y Alicia abren su propio bufete: Florrick, Agos & Associates. No solo ellos abandonan  Lockhart&Gardner, algunos abogados de cuarto año que quedaron descontentos con sus jefes tras la retirada de la opción de convertirse en socios se irán con los nuevos Will y Diane. También se une a la aventura Robin, la pizpireta y espabilida segunda investigadora del bufete. ¿Algún cliente? Seguro que Colin Sweeney estará más que dispuesto a seguir los pasos de Alicia vista de rojo, de azul o de verde lima.  Este audaz movimiento en la trama de The Good Wife promete una quinta temporada llena de enfrentamientos, problemas, traiciones y alianzas, además se multiplicaran el número de escenarios. 

Alicia, vestida de rojo, será la nueva Diane; y Cary será el nuevo Will. Robin la nueva Kalinda. Aún así todo seguirá igual hasta que Alicia y Will tengans esa conversación largamente postergada.

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